Cuando se habla de la fantasía de los niños, se enfoca en la capacidad que el niño tiene de desarrollar en su mente situaciones totalmente irreales, aunque algunas veces estas no son del todo irreales, pueden mezclarse ante hechos o personas reales.
La fantasía infantil desde el punto de vista creativo es un elemento que exponencía la imaginación.
Cuando hablamos de imaginación, juego, fantasía, estamos hablando de elementos claves en el desarrollo de la mente creativa de los niños.
Un niño creativo es aquel que es capaz de crear en su imaginación las situaciones únicas, sorprendentes e irreales.
Este mundo fantasioso que se construye infinidad de veces en la mente infantil, es una característica muy propia de los niños. Ya que con los años, el adulto aprende a dejar a un lado esta habilidad de inventar historias fantásticas, esto muchas veces se debe a las presiones cotidianas, a las responsabilidades, a la madurez y a que los intereses cambian.
Esta época está llena de fantasía, ya que existen elementos que hacen que los niños se auto cuestionen, desarrollando un pensamiento creativo que a su vez este puede dar el salto hacia un pensamiento creativo y fantasioso.
Ya que dependiendo de la edad, formulan varios conceptos en la mente y quieren entender situaciones irreales y totalmente fantásticas como:
Por donde llega Santa Claus?
¿Cuántos juguetes caben en el trineo?
¿De qué tamaño es su taller?
¿Cuántos duendes hacen los juguetes?
¿Cómo es que en las tiendas hay de los mismos que me traen en Navidad o en Día de Reyes?
¿Donde estacionan los reyes cuando vienen al elefante, al caballo y al camello?
¿Dónde queda Belén?
¿Le escribiré una carta, pero como la mando al polo sur: vía correo, vía fax, vía correo electrónico o en zapato?
Hay que aprovechar esta temporada especial, la cual por lo general, los niños ansían que llegue, nos ayuda a fomentar aun más la fantasía la cual genera un pensamiento creativo.
Podemos platicar sobre el tema con los niños y hacerles preguntas para saber qué es lo que piensan y si ellos nos hacen alguna pregunta por ejemplo:
¿Mamá de qué tamaño es el taller de santa?, nosotros podemos propiciar un pensamiento creativo y fantasioso al contestarle con preguntas como: ¿tú de qué tamaño lo imaginas?, ¿crees que tenga ventanas?, ¿los renos estarán paseando o se quedan formados al lado del taller?, es decir, procuremos valernos de las inquietudes de nuestros pequeños para situarlos en un mundo fantasioso donde ellos eligen como son las cosas: en tamaño, color, cantidad, etc.
También podemos usar los libros que cuenten historias relacionadas con la época, en donde ellos podrán imaginar las situaciones narradas en el libro.
Con este tipo de actividades a parte de desarrollar la imaginación de nuestros hijos, desarrollamos la creatividad y lo más importante se fortalece el auto estima de los niños así, como los lazos afectivos entre padres e hijos.
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