lunes, 21 de febrero de 2011

Alta Autoestima para desarrollar la creatividad 2007.06


Los niños por naturaleza son creativos, algunos más que otros. Es importante fomentar un pensamiento creativo en nuestros hijos, ya que de esta manera les brindamos herramientas necesarias para que ellos a futuro, puedan solucionar problemas, buscar diferentes alternativas para la obtención de un resultado esperado, así como lograr un objetivo o una meta.
A los niños desde su nacimiento les entusiasma poder hacer cosas que sean un desafío para sus capacidades, así mismo les encanta hacer actividades en compañía de algunos de sus padres ya que constantemente buscan sorprender a papá o a mamá con sus logros y desafíos superados, ya que parte del estímulo que tienen para llevar a cabo una “gran hazaña” es que, papá o  mamá me están viendo y quiero que vean que bien lo hago o que lo intente.
 Los niños que sienten que no es importante lo que hacen, pueden sentir frustración o desánimo de lograr explorar o buscar nuevas metas ya sea en su aprendizaje lingüístico, motriz, entre sus demás capacidades.
Es importante como papás poder distinguir cuando alguno de nuestros hijos busca nuestra aprobación o está interesado en mostrarnos un logro o un desafío superado.
Ya que muchos papas caen en el error de no encontrar el punto medio de entre interés y desinterés.
Erróneamente, se pudiera pensar que excesos de elogios a nuestros hijos darán como resultado elevar la autoestima del niño, es decir, estar diciendo en cada cosa que hace o actividad que realiza, frases como: lo hiciste muy bien, que bien te quedo, me encanto, está perfecto, es un grave error. Porque estaríamos desgastando este tipo de frases para cuando realmente se requieran, y podríamos tener como resultado que el niño se hace inmune a estos elogios o por el contrario, causan frustración en el momento que no los recibe, ya que está acostumbrado a recibirlos por toda acción que haga durante el día.
Ejemplo: un niño de 4 años llega con un dibujo que le enseña a su mamá, el cual se hizo en 2 minutos y está lleno de rayones. Es más sano para nosotros como papás y para nuestros hijos, el hacerles ver que sí te gusto y hacerle observaciones sobre el mismo, de cómo puede mejorar aquel dibujo, según sus capacidades,  sí lo hacen más despacio, sí se fijan en no salirse de la línea, este tipo de comentarios son realmente una actitud de interés al niño y a lo que hace, actitud que el percibe y agradece, en vez de un “te quedo increíble”, pero déjame seguir platicando.
Recordemos que los niños son simples y así mismo es su manera de pedirnos que estemos ahí para ver la superación del nuevo desafío, o lo bien que quedo el edificio de bloques de madera. Es cuestión de poner atención y actuar en estos llamados:
o   ¿Puedes venir?
o   ¡Mírame como lo hago!
o   ¿Me ayudas?
o   ¿Te gustó?
o   ¡Ya pude!
A frases como las anteriores solo basta añadir el complemento de la frase, por ejemplo: ¿Puedes venir a ver cómo doble mi blusa? Para un niño de 2 o 3 años esto es un logro y claro que querrán que papá y mamá lo vean, para un niño de 8 años que realice esta actividad de manera cotidiana, no va a pedir que lo vean cada vez que dobla una blusa, pero sí podrá pedir que vean como se realiza un nuevo clavado con giro.
Cada niño va a llamar la atención según el nivel de sus capacidades y sus logros, en nosotros esta el poner atención a estos llamados para que no pasen desapercibidos, y tampoco exagerarlos.
Cuando logramos elevar autoestima de nuestros hijos ellos sentirán más confianza en sí mismos y podrán atreverse a experimentar el hacer cosas nuevas e innovadoras.
Debemos motivarlos a hacer cosas nuevas o que salen de una estructura mental rígida o restringida, es decir, decirles que intenten pintar un elefante del color que más les guste y decorarlo con diamantina, lentejuelas, pedazos de estambre etc., a lo mejor obtenemos como respuesta: Mamá los elefantes son grises y mi color favorito es el rojo. Debemos de fomentar que se atrevan a probar cosas diferentes y poder ver el resultado y así que ellos decidan si prefieren ver al elefante gris o al rojo con pedazos de estambre. 
En  la vida real nada está escrito y entre más innovadores y menos limitada este la mente de nuestros hijos, serán capaces de crear soluciones innovadoras para un futuro tan competitivo.

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