La creatividad es una herramienta indispensable para el sano desarrollo de nuestros hijos, al propiciar una actitud creativa, estamos dando las bases para que nuestros hijos sean capaces de resolver mejor los problemas a futuro, a una persona creativa difícilmente se la viene el mundo encima, siempre busca y consigue más de una solución para enfrentar lo que se presente.
Demos la oportunidad a nuestros niños de incrementar su nivel creativo, propiciando un ambiente creativo, con actividades sencillas que se dan con el día a día, no necesitamos gastar mucho dinero ni hacer actividades especializadas o complicadas, basta con actividades sencillas, escuchar las necesidades y gustos de nuestros niños para tomarlos como escusa para proponer actividades que detonen una mente creativa.
Te invito a realizar con tus hijos actividades sencillas en donde ellos puedan desarrollar una mente creativa.
Hora de cuentos: Tomar turnos para narrar cuentos. Dependiendo de la edad y capacidad, demos oportunidad a nuestros niños de agregar desde pequeños detalles, por ejemplo, nombrando un perro o un personaje, hasta contar una historia totalmente imaginada por él, también podemos ayudar a que se apoyen con un libro, es decir, podemos dar un libro y pedir que nos narre de que se tata la historia, el niño ira narrando lo que perciba de las ilustraciones que ve, estas no siempre tendrán que ver con la historia escrita. Los cuentos no solo son para la hora de dormir, también se pueden usar según las circunstancias, cuando los niños desesperan por un recorrido largo en el automóvil o por el tráfico, juntos pueden inventar historias sobre las cosas que ven cuando están manejando en el coche.
Juego teatral e imaginativo: Cucharas de madera, frazadas antiguas, la casita debajo de la mesa, las sillas del comedor enfiladas para el tren o el avión, además de la caja de cartón, en la cual llegó la nueva computadora, pueden ser accesorios excelentes. Cualquier cosa en la casa puede inspirar a un niño mientras explora el mundo alrededor. Mientras que no haya ninguna preocupación con la seguridad, el cielo es el límite.
Proveer una caja de tesoro: No nos sorprende ver que a la primera oportunidad que nuestros niños han dado una vuelta por el closet y de ahí han salido con: el gorro para tiempos de frio, además del traje de baño del último viaje, seguido de alguna bufanda y porque no, aquellas botas de plástico y si encima se pueden colocar los goggles de la clase de natación eso se verá mejor.
Nuestros niños día con día se reinventan en la búsqueda de encontrar su personalidad, su carácter, su esencia, y parte de este juego de disfrazarse o cambiar de ropa de un momento a otro, ayuda en esta exploración tanto a nivel de personalidad, así como a nivel creativo, podemos proveer a nuestros hijos un baúl o caja donde encuentren de todo un poco, además de los accesorios, un niño necesita el disfraz correcto. No tiene que pagar una fortuna para un cofre de ropa, haga su propia colección. Use esos antiguos sombreros en el ático, los zapatos de moda del año pasado los cuales nunca llevó, y su ropa vieja y bisutería. Luego deje que empieza la diversión.
Mantener materiales de arte: Tener materiales accesibles para su hijo/a le permitirá ser artista impulsivamente. Siempre es bueno dejarle a su hijo narrar su obra maestra, así no lastimarás a nadie por confundir a el pingüino con la ballena. En la actualidad, además de los materiales tradicionales como, acuarelas, crayolas y plumones, podemos encontrar un sin fin de materiales diseñados especialmente para los niños, que no manchan, no se ensucian, los pueden aplicar con los dedos. Podemos recurrir al arte cuando salimos a un restaurante y buscamos tiempo para platicar, ya que llevando un cuaderno y colores los niños podrán realizar alguna actividad, mientras sus padres comen o platican
Puede estar desordenado: El juego creativo puede resultar en un desorden en la casa, pero está bien siempre y cuando se sigan las reglas, es decir, por ejemplo, podemos proponer a nuestros hijos que determinada actividad solo se va a realizar en un lugar determinado y que al término de esta, ayudaran a regresar todo al orden de cómo se encontró. Poniendo límites de seguridad es esencial, pero permitiendo un poco de flexibilidad de vez en cuando es motivación para el potencial ilimitado.
El niño interior: El darnos la oportunidad de jugar con nuestros hijos y dejar a un lado nuestro rol de adultos, resulta enriquecedor para ambas partes, ayuda a incrementar el autoestima del niño, nos ven de distinta manera, no solo somos los que ponemos limites y reglas, también nos ven como cómplices como personas que los entendemos, los lazos se unen mas y a nosotros nos ayuda a romper con la monotonía y el estrés diario de la vida complicada que llevamos. Podemos participar en sus juegos, tal vez jugar al restaurante a la hora de la cena y ser el mesero o chef del licuado, sándwich y pera que cenaran esa noche. Cuando comparte la creatividad y la imaginación con su hijo, se abre un mundo de posibilidades que no tiene límite.
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